La dimensión política de la “escuela a nueva dirección”
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Resumen
La escuela italiana que Frabboni definió como una “escuela a nueva dirección” tenía un origen político y fundamentos pedagógicos marxistas, problemáticos, deweyanos, freinetianos que se articulaban en el campo de la provisión de servicios escolares y educativos con objetivos hegemónicos que al mismo tiempo permitían formar un niño inteligente, no condicionado por su carencias familiares y ambientales. Ciari, Frabboni y Malaguzzi son las tres figuras que más que ninguna otra encarnaron los diferentes elementos constitutivos de la nueva escuela. Cada uno de ellos se basaron en las posiciones teóricas de Gramsci sobre el papel del intelectual en la transformación de la sociedad, intentando equilibrar el momento teórico y la práctica, poniendo en comunicación amplios estratos intelectuales de arriba a abajo (es decir, de los generadores de teorías a los divulgadores de la cultura, de la academia a los profesores de escuelas infantiles). En el extranjero se ha destacado, fundamentalmente, el aspecto pedagógico de la nueva escuela, mientras que se ha tenido mucho menos en cuenta su origen político, teórico-práctico, a diferencia de Italia, donde los estudios de Frabboni, Catarsi, Baldacci, siempre han prestado atención a esta dimensión militante. Finalmente, las escuelas de Reggio Emilia, siguiendo una indicación ambivalente del camino malaguzziano a lo largo de los años, se han enfocado en una reubicación en el campo cultural a través de una representación de sus resultados educativos, vinculándolas a las teorías brunerianas y morinianas, más digeribles por el público internacional posmoderno, mucho más que las premisas comprometidas en el sentido marxista de las que también derivan.